¿Qué puede fallar en las funciones materna y paterna?

Las personas, independientemente de nuestro género e inclinación sexual, llegamos a la vida con una bagaje familiar y cultural que se va completando y formando a lo largo de nuestra existencia y especialmente de nuestra infancia.

Hablar de fallas en las funciones materna y paterna es tener que hablar de un caso por caso. No se podrá generalizar estas fallas en base al género o preferencia sexual de la persona. Cuando una pareja se une, se unen también sus pasados, sus miedos, sus fantasías, sus ausencias... conformando una relación única y diferente a la de cualquier otra pareja. Por lo tanto las fallas que se produzcan estarán más ligadas a la persona y a la pareja como estructura que al tipo de relación homosexual o heterosexual que tengan.

Procedo a enumerar, sin intención de extenderme, algunas de las fallas más habituales en el proceso de crianza de un hijo:

En la función materna pueden darse distintas patologías, el bebé puede no ser asistido en la tarea de ligar lo afectivo con lo simbólico (Fernández Vilanova, 2002). Puede no ser empática, no atender a las necesidades reales del bebé, darle ropa cuando necesita comida, hay madres desbordadas por su propia existencia y angustia, hay madres que no sólo no son capaces de ayudar al bebé a calmar su angustia si no que colocan la propia en el bebé, estas madres no son capaces de dar contención al bebé. La empatía materna es la que hace al niño tener conciencia de sus propias emociones y así construye un aparato “para pensar los pensamientos”. (Janin, 1998).

Otra falla habitual es la dificultad en la triangulación, relaciones madre-bebé que se quedan en una dualidad por exceso o defecto entre la madre y el hijo. Habreís leído en más de un sitio la necesidad de la madre o la persona que ejerza esa función, sea sacada de la locura maternal por su pareja, sin esta actuación la madre puede seguir evocada a una pasión excesiva hacia la maternidad (Michelena, 2002). La figura de un tercero que reclama a la madre y la separa del bebé se hace central para el bienestar psíquico de toda la familia.