¿Hay algo de normal en la nueva normalidad?

 

Han pasado casi 9  meses desde que comenzamos a vivir inmersos en este nuevo mundo dominado por un virus, invisible, pequeño pero paralizante.

Algunas personas a penas creen haberse visto afectadas, han podido mantener sus trabajos, sus contactos por whatsup... pero hasta esas afortunadas personas si se paran a pensar, han sido afectadas. Nuestros sueños y proyectos se han paralizado, nuestras pequeñas escapadas se han esfumado, esa fiesta o concierto que llevábamos meses esperando ha desaparecido, cumpleaños, celebraciones todo lo hemos dejado en pausa.

Ojalá que seamos capaces de retomar todas esas relaciones personales cuando esto pase,  no se nos queden en el camino, por que somos seres sociales y los otros forman parte muy importante de lo que somos, de lo que nos hace humanos. De hecho tenemos comportamientos, hábitos y hasta pensamiento distintos según con quien estemos en cada lugar y momento. 

Las autoridades sanitarias se han centrado en evitar contagios y por supuesto muertes. La parte mental y social queda relegada a un segundo plano.

Esa parte social es vital en nuestra vida diaria pero si pensamos en aquellos que han perdido un ser querido y no han podido realizar todos lo ritos que apoyan a llevar mejor ese duelo, a poder ir cerrando etapas.

Somos seres no sólo sociales si no también rituales.