Obesidad en sociedades industrializadas




La obesidad y su problemática en sociedad industrializadas


Como sabemos el exceso de peso y la obesidad son el resultado de una compleja interacción de distintos factores, la genética y el ambiente en el que vive la persona. Si existe un desequilibrio entre lo ingerido y la energía consumida pueden comenzar los problemas de exceso de peso.

En las sociedad actuales el acceso a todo tipo de alimentos en cualquier momento facilita la situación, además se han ido modificando los patrones de movimiento con respecto a generaciones anteriores. Exceso de uso de vehículos lo que conlleva muy poco movimiento, vida sedentaria, trabajos con menos carga física, gran variedad de productos con grasas saturadas y altísimo contenido calórico.
Podríamos definir la obesidad como una enfermedad crónica de etiología multifactorial, que se desarrolla con la interacción de factores sociales, conductuales, psicológicos, metabólicos..
Podríamos decir que se trata de un exceso de grasa corporal en relación con el peso de la persona.
Como podemos medir ese “exceso” que nombramos, así dicho podría resultar poco preciso, podemos hablar de indice de masa corporal para calcularlo de forma más exacta. Este índice relaciona el peso y la altura de la persona para calcular su IMC.

Según la Organización Mundial de la Salud, más de 1,600 millones de personas adultas tienen sobrepeso y, de ellas, al menos 400 son obesas. Se relaciona con el incremento de la morbilidad y mortalidad, con enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, la hipertensión o los problemas cardiovasculares, con el aumento de muertes prematuras y pérdida de años de vida saludable, y con los excesivos costes asistenciales.
Podríamos hablar de la obesidad como una enfermedad social, pero desigualmente distribuida ya que afecta más a poblaciones con poco nivel educativo así como en poblaciones más pobres. Esta situación se esta convirtiendo en un grave problema en Las Américas, donde el índice de obesidad entre la población con menos recursos económicos es muy superior con graves consecuencias sociales, laborales y económicas.

En España se calcula que en 2003 un 49.23 de la población tenia algún grado de exceso de peso y tres años más tarde se calculaba que más de la mitad de la población tenía algún exceso de peso. En el año 2006, un 15,25% tenia sobre obesidad y un 37,4% tenía sobrepeso. Estas cifras no dejan de crecer, en el año 2011 el 62% de los españoles tenía algún grado de exceso de peso.

Las enfermedades directamente relaciones con el exceso de peso suponen un gran problema social y un gran coste para los sistemas de salud públicos. Hablamos, como decíamos, de diabetes, tensión arterial, bronquitis, alteraciones pulmonares, varices y problemas circulatorios diferentes, artrosis y otros problema óseos. La esperanza de vida se reduce entre 5 y 10 años respecto a las personas no obesas. Además muchas de ellas sufren malestar emocional y no están contentan con su imagen corporal, depresión, aislamiento, problemas laborales, bajas o absentismo laboral. Añadimos a esto los problemas que acarrea la menor movilidad que van sufriendo y adoptando como estilo de vida.

Dentro de la población adulta este problema conlleva la educación de los hijos a cargo, los que probablemente aprenderán unos hábitos alimenticios y de forma de vida tendentes al sedentarismo y la obesidad. Luego la intervención de los adultos no es sólo necesario para mejorar su propia salud y evitar que lleguen a la tercera edad en unas condiciones de salud muy pobres, si no como medida preventiva y educativa para futuras generaciones.

Podríamos decir a grandes rasgos que la obesidad está relacionada con los siguientes factores:

De Alimentación:

Gran consumo de alimentos con alta carga energética pero pobre contenido en
nutrientes y fibra.
Alto consumo de alimentos y bebidas con azúcares simples e hidratos de carbono
refinados. Las bebidas tipo colas o de sabores que sustituyen al agua para comer son
muy habituales en muchos países desarrollados.
Alto consumo de grasas saturadas, ácidos grasos monoinsaturados "trans" y colesterol.
Aumento del tamaño de las raciones de alimentos, especialmente en restaurantes y cadenas de alimentación rápida, cuya frecuencia de uso aumenta. Pensemos en los restaurantes de comida rápida y su menús XXL.
Menor consumo de vegetales y frutas frescas que generaciones anteriores.

En cuanto a la actividad física:

Trabajo con menor esfuerzo físico.
Uso cada vez mayor de transportes a motor.
Automatización de los vehículos y reducción del gasto energético en la operación de maquinarias y vehículos.
Uso de ascensores y escaleras mecánicas.
Reducción del tiempo dedicado a jugar al aire libre sustituido por ordenadores o videoconsolas.
Preferencia por juegos electrónicos y televisión frente a juegos dinámicos y en las calles.

Aspectos socioculturales:

Aceptación de la obesidad por una parte de la población y lucha exagerada por otra parte causando a ambos lados grandes trastornos en psicosalud.
Falta de concienciación sobre los riesgos del sobrepeso y la obesidad.
Pobre nivel educativo en nutrición en todos los niveles.

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