Los afectos escondidos detrás de la alimentación

Como hemos ido viendo a lo largo de varios artículos la alimentación y los afectos están muy relacionados. En este último artículo vamos a hablar de distintos afectos y situaciones relacionadas con la alimentación.

• Los kilos de más como defensa:
  En ocasiones, detrás de unos kilos de más, hay una defensa que ponemos, un muro a nuestros afectos y deseos. Esos kilos nos facilitan un muro de contención de dentro a fuera y de fuera a dentro.

Hay deseos que de ser reconocidos por nosotros mismos podrían ponernos en conflicto. Por ejemplo reconocer que no somos tal cual como queremos, que además tenemos rasgos en nuestra forma de ser que nos confunden: somos un poco egoistas, tenemos envidia de un amigo, miedo a ser abondonados...

En otras ocasiones, la sombra de cierto tipo de abuso por parte del padre, padrastro o alguna figura paterna está también detrás como una forma de defensa ante estar atractiva. Engordar se convierte en una forma de defendernos de ese padre o padrastro que mira a su hija desde una mirada incestuosa. Las actitudes incestuosas no son siempre obvias, en ocasiones son muy sutiles y resultan difíciles de detectar. Algunos autores como Racamier ponen como ejemplo de actitud incestuoso difícil de detectar, una madre que comparte con su hija detalles sobre su vida sexual con su padre, o un padre que seduce de alguna forma a una amiga de su hija en complicidad con ella.

• La comida y la depresión:
  Durante un estado depresivo la relación con la comida también cambia considerablemente. Como sabemos la falta de apetito es uno de los síntomas habituales de la depresión.

• La rabia y el vómito:
  En ocasiones la rabia no expresada con palabras puede volverse en un impulso agresivo. No es fácil dominar la rabia en determinados momentos dolorosos en los que además nos sentimos débiles, impotentes, manipulados... Puede darse la situación de lograr expresarla mediante el vómito, como forma de somatizar lo que estamos sintiendo.

¿Se os ocurre dónde más pueden esconderse afectos detrás de la alimentación?