Nuevas formas de familia
La
cultura de nuestros días deja entender bien a las claras que sólo
permitirá las relaciones sexuales sobre la base de una ligazón
definitiva e indisoluble entre un hombre y una mujer, que no quiere
la sexualidad como fuente autónoma de placer y está dispuesta a
tolerarla solamente como la fuente, hasta ahora insustituida para la
multiplicación de los seres humanos.
(Freud,
El
malestar en la cultura)
Quisiera
compartir con vosotros algunos datos y reflexionar sobre los que he
ido trabajando en relación con las nuevas formas de familia tan
presentes en la sociedad actual.
Nuestras
vidas, y las de nuestros antepasados han estado marcadas por nuestra
pertenencia a unos determinados grupos domésticos, pues, es en
ellos, donde tienen lugar muchas de las actividades que nos
caracterizan y definen como seres humanos y es donde aprendemos
nuestros primeros hábitos, tienen lugar nuestras primeras
vinculaciones con otras personas que marcarán cómo nos
relacionaremos en el futuro con otros semejantes en gran medida.
Esto
continua tan vigente como en la antigüedad, pero han cambiado las
formas, las reglas incluso del juego, los protagonistas y la
importancia que ellos les damos.
Tendremos
que aprender a hablar de familias, en plural, y olvidarnos de
denominaciones uniformes pues cada vez en mayor proporción, en las
consultas, en las escuelas, como en todas las esferas de la vida,
como psicólogos atenderemos pacientes provenientes de formas
familiares muy diferentes y tenemos que estar preparados para ello.
En
artículos sucesivos iremos profundizando en algunos de los nuevos
modelos así como en los actuales roles maternal y parental, también
en continuo cambio.
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